La práctica de mindfulness nos ayuda a estar en el presente y a aceptar las experiencias diarias tal y como son, sin juzgarlas y adoptando una postura no reactiva.
El interés por esta práctica ha ido creciendo progresivamente desde que hace más de una década comenzó a demostrarse que el entrenamiento de la atención plena o mindfulness producía beneficios a distintos niveles:
El mindful eating nos ofrece la oportunidad de explorar y asimilar las prácticas de atención plena y la alimentación consciente.
Con la práctica de mindfulness aprenderemos a observar cómo estamos realmente y qué estamos llevando al plato además de la comida, tal vez emociones, creencias, juicios, estrés, etc. Además, gracias a la técnica de mindful eating aprenderemos a observar y disfrutar de forma pausada de cada alimento.