Centro Titca - Clínica Trastornos de la Conducta Alimentaria. Vista Plaza San Agustín

Bulimia.

La bulimia nerviosa, comúnmente denominada bulimia, es un trastorno alimentario grave y potencialmente fatal. Es posible que las personas con bulimia tengan en secreto episodios de atracones, es decir, que coman grandes cantidades de alimentos y pierdan el control de su alimentación, y luego vomiten, para tratar de deshacerse de las calorías adicionales de forma no saludable.

Para deshacerse de las calorías de los atracones y evitar aumentar de peso, las personas con bulimia pueden usar distintos métodos. Por ejemplo, pueden inducirse el vómito con regularidad o usar laxantes de manera inapropiada, suplementos para bajar de peso, diuréticos o enemas después del atracón. O pueden usar otras maneras de deshacerse de las calorías y evitar aumentar de peso, como ayunar, adoptar una dieta estricta o hacer ejercicio de forma excesiva.

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Dado que la bulimia se relaciona con la imagen de uno mismo, y no simplemente con los alimentos, puede ser difícil de superar. Pero un tratamiento eficaz puede ayudarte a sentirte mejor contigo mismo, a adoptar patrones de alimentación más saludables y a revertir las complicaciones graves.

Síntomas de la Bulimia.

Los signos y síntomas de la bulimia pueden incluir lo siguiente:

  • Preocuparse por la forma del cuerpo y el peso.
  • Vivir con miedo de aumentar de peso.
  • Repetir episodios de comer cantidades excesivas de alimentos de una sola vez.
  • Sentir una pérdida de control durante el atracón, como si no pudieras dejar de comer o no pudieras controlar lo que comes.
  • Forzar el vómito o hacer demasiado ejercicio para no aumentar de peso después de un atracón.
  • Usar laxantes, diuréticos o enemas después de comer cuando no son necesarios.
  • Ayunar, restringir las calorías o evitar ciertos alimentos entre atracones.
  • Usar suplementos dietéticos o productos a base de hierbas en exceso para bajar de peso.

La gravedad de la bulimia se determina por el número de veces a la semana que te purgas, por lo general al menos una vez a la semana durante por lo menos tres meses.

Complicaciones.

La bulimia puede causar numerosas complicaciones graves que incluso pueden poner en riesgo la vida. Las posibles complicaciones incluyen las siguientes:

  • Autoestima negativa y problemas con las relaciones y el funcionamiento social.
  • Deshidratación, que puede llevar a problemas médicos importantes, como insuficiencia renal.
  • Problemas del corazón, como latidos irregulares o insuficiencia cardíaca.
  • Caries dental severa y enfermedad de las encías.
  • Períodos ausentes o irregulares en las mujeres.
  • Problemas digestivos.
  • Ansiedad, depresión, trastornos de personalidad o trastorno bipolar.
  • Abuso de alcohol o drogas.
  • Autolesión, pensamientos suicidas o suicidio.

Prevención

Aunque no hay una forma segura de prevenir la bulimia, puedes guiar a la persona hacia un comportamiento saludable o a que busque tratamiento profesional antes de que la situación empeore. Cómo puedes ayudar:

  • Promueve y refuerza una imagen corporal saludable para tus hijos, sin importar el tamaño o la forma. Ayúdalos a crear confianza de maneras que no tengan que ver con la apariencia.
  • Disfruta de comidas familiares de forma regular.
  • No hables acerca del peso en el hogar. En lugar de ello, concéntrate en tener un estilo de vida saludable.
  • Desalienta las dietas, en especial cuando incluyen comportamientos de control de peso poco saludables, como el ayuno, el consumo de suplementos o laxantes para bajar de peso o el vómito auto inducido.
  • Habla con el proveedor de atención médica primario. Este profesional podrá identificar los primeros indicadores de un trastorno alimentario y ayudará a evitar su desarrollo.
  • Si notas que un familiar o amigo tiene problemas con la comida que pudieran ocasionar o indicar un trastorno alimentario, trata de hablarles sobre estos problemas y preguntarles cómo puedes ayudar.

Factores de Riesgo.

Las niñas y las mujeres son más propensas a tener bulimia que los niños y los hombres. Por lo general, la bulimia comienza durante los últimos años de la adolescencia y el principio de la adultez.

Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de bulimia se incluyen los siguientes:

  • Biología. Las personas con familiares de primer grado (hermanos, padres o hijos) con un trastorno alimenticio pueden ser más propensas a desarrollar un trastorno alimenticio, lo que indica un vínculo genético posible. Tener sobrepeso durante la niñez o la adolescencia puede aumentar el riesgo.
  • Problemas psicológicos y emocionales. Los problemas psicológicos y emocionales, como la depresión, los trastornos de ansiedad o el consumo de sustancias están estrechamente ligados a los trastornos alimenticios. Las personas con bulimia pueden tener sentimientos negativos sobre ellas mismas. En algunos casos, los eventos traumáticos y el estrés ambiental pueden ser factores que contribuyen a la enfermedad.
  • Dieta. Las personas que siguen dietas tienen un riesgo mayor de desarrollar trastornos alimenticios. Muchas personas con bulimia restringen de forma grave las calorías entre episodios de atracones, lo cual puede desencadenar en una necesidad de comer compulsivamente otra vez y luego purgarse. Otros desencadenantes para los atracones incluyen estrés, una mala autoimagen corporal, alimentos y aburrimiento.

Tratamiento de la Bulimia.

La bulimia es un trastorno alimentario que se caracteriza por episodios recurrentes de atracones de comida seguidos de comportamientos compensatorios inapropiados, como vómitos auto inducidos, uso de laxantes o diuréticos, ejercicio excesivo o ayuno. La bulimia puede tener consecuencias graves para la salud física y mental, y requiere de un tratamiento especializado.

El tratamiento de la bulimia implica un enfoque multidisciplinario que involucra a un equipo de profesionales de la salud, incluyendo psiquiatras, psicólogos, nutricionistas y médicos. El primer paso en el tratamiento es una evaluación médica completa para evaluar el estado de salud del paciente y descartar cualquier complicación física asociada con la bulimia.

También es importante que el paciente reciba educación nutricional para aprender a llevar una dieta equilibrada y saludable, y a mantener un peso adecuado. Esto puede incluir sesiones de asesoramiento con un nutricionista, en las que se enseñen habilidades prácticas para planificar y preparar comidas saludables.

El apoyo social también es importante en el tratamiento de la bulimia. Es esencial que los seres queridos del paciente comprendan la gravedad del trastorno y se involucren en su recuperación. Pueden ayudar proporcionando un ambiente seguro y de apoyo, y animando al paciente a seguir adelante con el tratamiento.

En algunos casos, pueden ser necesarios medicamentos para tratar los síntomas asociados con la bulimia, como la ansiedad o la depresión. Los antidepresivos y los ansiolíticos pueden ser útiles en combinación con la terapia cognitivo-conductual.

El tratamiento de la bulimia es un proceso a largo plazo que requiere un compromiso constante por parte del paciente y su entorno. Es importante recordar que la recuperación completa puede tomar tiempo y puede haber recaídas en el camino. Sin embargo, con el enfoque adecuado y el apoyo adecuado, la mayoría de los pacientes pueden recuperarse de la bulimia y llevar una vida plena y saludable.